M

Yo tocaba fondo y me dormía en la cocina, M me abrazaba y se tumbaba encima mía..."no te preocupes que esto pasará, mañana estarás bien" y me cogía la cabeza y la metía en su jersey...

"M" resuena una y otra vez a pesar de que el beso en la mejilla, la puerta y la sonrisa quedan muy atrás

http://www.youtube.com/watch?v=4LXIVjbtSBE&feature=youtube_gdata_player

salta por la ventana...

valiente, valiente, valiente...

...siempre...

Cuando el día despierta nublado, y te levantas con el pie izquierdo...
cuando parece que vagas hasta el coche y te miras de reojo en el retrovisor...
cuando enciendes la radio y suena...cuando parece que de nuevo sale el sol...

y quien me diga que las letras de Extremo no son poesía...le contesto...

"me pregunta por qué el hombre inventó la guerra...y en silecio pregunta otras cosas más serias..."
"he robado, he mentido y he matado también el tiempo, he buscado lo prohibido, por tener buenos alimentos..."

y no puedo dejar de oirla...una y otra vez...

Bla bla blaaaraksdfafjalksdfakjsdf

Quejas, quejas, quejas y mas quejas...

 

Me sorprende ver como personas que están en mi vida se permiten el lujo de quejarse, me sorprende ver como hay veces que yo misma me quejo... No, no, no y no, lo siento, pero no, no tenemos derecho a hacerlo. Hemos nacido en un lugar bueno, en el seno de familias acomodadas, sin lujos pero sin carencias de ningún tipo. Todos hemos tenido acceso a educación, sanidad, comodidades varias...todos hemos recibido cariño por parte de nuestra familia y amigos... 

Es obvio que estamos pasando por tiempos convulsos, que nos obligan a esforzarnos y a dar lo mejor de nosotros mismos para conseguir resultados, resultados que antes lográbamos sin esfuerzo alguno (llámese trabajo o lo que se quiera) y ahora todo esto nos cuesta mas. Esta claro que hay veces que el desanimo nos vence y nos engatusa, y que las cosas malas siempre son mas fáciles de creer que las buenas, que es tentador dejarse llevar por la pereza y rendirnos, pero debemos aprender a ser humildes y pensar que hemos llegado hasta aquí con la ayuda de personas que han apostado por nosotros, tanto económica como emocionalmente y que no es justo tirar la toalla, por ellos...

Es por esto que, cuando oigo alguien de mi alrededor quejarse, un resquemor de angustia me llega al estomago...somos afortunados y no podemos dejar de repetirnoslo a nosotros mismos, somos afortunados, somos muy afortunados, tenemos las herramientas para cambiar nuestra vida, tenemos nuestra vida para hacer lo que queramos con ella... 

Muchas veces, cuando echo la vista atrás se me desliza una lágrima, pienso en las personas que ya no están en mi vida, que no pueden disfrutar con mis exitos ni apoyarme en mis fracasos, pero hace tiempo que me propuse no echar de menos...no debo pensar en la pena de la perdida si no en la alegria de las cosas que vivimos juntos y tener la certeza que, desde un pequeño agujerito, siguen mis pasos (dondequiera que estos me lleven...) Es por esto, y por muchas más cosas, que creo que no podemos quejarnos, no tenemos ese derecho moral, es por esto que he decidido que no voy a aguantar ni una queja más de nadie, porque las personas que se quejan son egoistas, porque las personas egoistas solo piensan en si mismas, porque las personas que solo piensan en si mismas son interesadas, porque las personas que son interesadas solo transmiten problemas, porque los problemas vienen solos y no hacen falta buscarlos, porque quiero rodearme de alegria y vida y sonrisas y abrazos...porque soy de las ilusas que viven convencidas que recibes lo que das, y a partir de ahora solo quiero dar besos y buenas noticias...

Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande, y eso que las he tenido de muchas clases. SI. Podría unir mi vida uniendo casualidades.

Cuando hace frío la mayoría de las cosas van más deprisa, o llegan antes. Me refiero a las casualidades. Me encanta que haga frío. Una tarde de mucho frío leí una pregunta de amor, demasiada bonita para la letra de un niño.


Ya no quedan casualidades buenas. La culpa es mía, que las gasté muy rápido.