domingo, 28 de septiembre de 2008

...


No sé bien por qué pero siempre me han gustado los puntos suspensivos... Los uso cada vez que tengo ocasión y cuando no existe esa ocasión, la creo, así puedo usarlos cada vez que quiero.

Supongo que será porque encierran mucho en sí mismos, una frase inconclusa, un pensamiento por revelar, una idea por descifrar, todo. Puede que incluso no guarden nada, simplemente para que no se note que no tenemos nada más interesante que decir, y como al escribir los silencios no se plasman, pues empleamos estos tres puntitos consecutivos. O quizás tan sólo sirven para no decir las cosas que sabemos que pueden herir, para evitar una mala palabra, un comentario hiriente...

En fin, que ...

viernes, 26 de septiembre de 2008

Rainbow


Hay veces que tras unas nubes negras aparece un arcoiris, y sin darme cuenta, esbozo una sonrisa, porque no todos los días se ve un arcoiris y comienzo a imaginar qué habrá detrás de él...un mundo paralelo habitado por enanitos vestidos de verde que custodian un caldero mágico lleno de monedas de oro, o quizás nada... Siempre nos gusta pensar que hay algo tras un final, porque suficientemente triste es el final en sí mismo como para encima ser conscientes de que tras de él no queda nada, yo sigo imaginandome enanitos vestidos de verde...

Cuando salga el próximo arcoiris, ¿me acompañas a mirar que hay al final de él?

jueves, 25 de septiembre de 2008

Perspectivas


Con un pequeño giro de muñeca se cambian las perspectivas, se engaña a los ojos e incluso a los sentidos, pero nunca podremos engañarnos a nosotros mismos...

La luz parece luchar contra las nubes para encontrar su hueco en la gran ciudad, así como nosotros, hormiguitas trabajadoras, peleamos por hacernos con un trocito de ciudad al que llamar hogar. Puedo considerarme una persona muy afortunada, mucho, tengo mi trocito de ciudad, tengo personas con quien compartir y hacer de ese trocito un hogar de verdad, pero levanto la vista y miro hacia el futuro y se me antoja tan incierto como este cielo londinense... ¿Llegaré a encontrar mi trocito de ciudad, podré llegar a llamarlo hogar?

Mientras tanto, sonrío y canto, soplando fuerte fuerte para que esas nubes tan feas se vayan y ver la luz...

Guardame el sol

Aquí me encuentro, acurrucada, apurando el último rayito de sol que apenas queda. El verano se escapa, el otoño golpea con ferocidad nuestras puertas y me resisto a abrirle la mía.

¿Me ayudas a empujar hacia el otro lado?